José Andrés es el hombre del momento, tiene dos estrellas Michelin, restaurantes por todo el mundo, ha salido en los Oscar y está nominado al premio Nobel de la Paz, así que solo le quedaba una cosa: que Guillermo Fesser pasara una jornada con él.
Los neoyorquinos tienen la posibilidad de encontrar un pequeño rincón español en la isla de Manhattan, se llama 'Little Spain' y el culpable es el chef José Andrés.
"Te he escuchado decir que te gusta dar de comer a unos pocos, pero te entusiasma dar de comer a muchos", le preguntaba el corresponsal de El Intermedio, y es que el chef tiene algo grande entre manos.
"'World Central Kitchen' no deja de ser otro sueño", explicaba José Andrés: "Empiezo a formar parte de una organización que cada vez es más grande, donde damos de comer a muchos indigentes, les entrenamos para que sean cocineros y les damos puestos de trabajo en los restaurantes y en la industria hotelera".
El cocinero español ha explicado que ahí se dio cuenta "del poder que tiene un plato de comida para cambiar al mundo". José Andrés ha narrado cómo, tras el terremoto que sacudió Haití en 2010, no dudó en coger a dos amigos e irse: "Empezamos a cocinar en campamentos. Íbamos comprando la comida y con cualquier olla empezamos a dar de comer. Ahí es donde 'World Central Kitchen' se forma".
"Respondemos a más huracanes, a incendios... En el terremoto de Puerto Rico en 2017 es donde todo ese aprendizaje de años, se nos presenta la oportunidad de dar de comer a un montón de gente que no tenía a nadie a quien dar de comer. Al final dimos más de cuatro millones de comida".
José Andrés ha explicado que "siempre hay alimentos", e incluso en lugares sobre los que se tiene la percepción contraria: "Si vas con dinero siempre hay comida, el problema es que hay demasiada gente pobre que no tiene suficiente dinero para poder permitirse esos productos. Siempre que podemos compramos local, porque en el momento en el que empiezas a traer arroz gratis de otros países y no comprando a los locales, estás generando esa infracción que no beneficia a nadie".
Al ser preguntado por Donald Trump, el chef ha querido hacer un símil del muro que el presidente estadounidense pretende construir con su propia familia: "Yo quiero ver que a mis hijas les vaya bien, pero no considero que construyendo un muro alrededor de ellas les vaya a proteger más, sino si que las protegeré mejor si consigo que el mundo que las rodea funcione".
"Donde hay hambre no va a haber un muro que pare a una madre, a un padre que quiere alimentar a su hijo hambriento", ha afirmado. Por eso, el chef ha dejado una recomendación: "Hay que construir muros que creen escuelas, fábricas, viviendas, centros sociales, que creen lugares donde se genere ilusión y riqueza, pero no solamente para unos, sino para todos".
"No tengo ningún problema con el señor Trump, es el señor Trump el que tiene muchos problemas con el mundo", ha concluido.
El colaborador de El Intermedio, Guillermo Fesser, también ha criticado las políticas del presidente estadounidense Donald Trump, sobre el que ha asegurado que "es un dictador".
Conexión con El Intermedio
Ana Pastor, desde Paiporta: "El agua tiene memoria, una fuerza descomunal y se está llevando todo a su paso"
La periodista explica que los vecinos de la localidad le han contado que "lo están pasando muy mal". En las calles, los coches siguen apilados y, además, la mayor parte de ellos siguen sin agua y muy pocos tienen luz.