Isma Juárez se va hasta Belorado, en Burgos, el pueblo que se ha hecho mundialmente famoso por las monjas rebeldes. Sin embargo, el reportero no está allí para informar por el cisma que han provocado las clarisas con la Iglesia, sino para probar sus conocidas trufas.

Allí conversa con un mensajero que acaba de entregarles un paquete a las monjas, pero que comenta que no ha probado nunca sus trufas: "¿No te han dado nunca una propinilla?", le pregunta Isma, que también intenta hablar con el cura 'portavoz', sin éxito.

Ya en el pueblo, entrevista al alcalde de Belorado, que asegura que "firmaría" que todo este revuelo alrededor de las monjas sirviera para que, por fin, les pusieran la autovía que llevan 25 años reclamando y que reconoce que las trufas de las clarisas "nos han puesto en el mapa".

Una de las vecinas, Aurora, explica que ha probado toda las trufas de las monjas, "menos la de mojito", un sabor por el que el reportero le pregunta: "¿Cree que tiene que ver con que el cura en su día fuera barman?". Por su parte, un paisano mallorquín de Isma que vive allí afirma que no ha probado nunca las trufas: "Somos pensionistas y no nos da", añade su pareja, mientras que otro vecino le explica que el precio de las trufas es de 20 euros. "Tú que tienes buen sueldo, te será barato. Si no que Wyoming te lo aumente", comenta.