Isma Juárez visitó, dentro de su sección 'Un país en la riñonera', Robledo de Chavela, una localidad de Madrid que, además, cuenta con uno de los tres centros de comunicaciones principales de la NASA en todo el mundo. El reportero charló primero con Julián, un vecino de la población. "Aquí hemos tratado a los americanos muy bien", contó él. "El pueblo fue para arriba y los negocios iban en marcha", añadió el vecino.

A pesar de ello, nunca pudo entrar en la estación. De hecho, le confesó a Isma que una vez intentó entrar utilizando una curiosa técnica: "Llegué yo y les dije 'oiga, por favor, que es que quiero hacer caca'". A pesar de su petición, no le dejaron pasar. "Eres un máquina", respondió Isma a su ocurrencia.

Isma también visitó uno de los bares del pueblo donde sorprendió a un grupo de vecinos jugando al mus. Uno de ellos le contó que trabajaba con mensajero en la estación durante 40 años. A pesar del avance que supuso la llegada a la luna, los estadounidenses que trabajaban en la estación de Robledo no lo celebraron tomando una copa. Como cuenta el vecino, "estaba prohibido el alcohol". "Nosotros comíamos en la cafetería y llevábamos el vino en una botella de refresco pero nos pillaron", le confesó, "tuvimos que ir a disculparnos".

El reportero también charló con Moisés Fernández, director de la Estación Espacial de Robledo de Chavela. Como le explicó, en la estación se establecen comunicación con lo que ellos llaman "espacio profundo", es decir, "con todas aquellas naves, sondas, Rovers... que están más allá de la luna". En la estación hay cinco antenas, que consideran pequeñas, de 34 metros de diámetro, que se acompañan con otra de 70 metros.

Además, también es posible encontrar una más pequeña que no está operativa pero que es muy especial ya que "fue la que estableció el contacto con Neil Armstrong en el Apolo 11 allá en el 69", explica Moisés. "Gracias a Robledo y a esta estación espacial Neil Armstrong pudo, como mínimo, dar la turra", responde Isma.

Sobre qué dirían si pisaran la luna, Moisés explicó a Isma que él habría dicho que estaría pisando otro trozo de la tierra "porque la luna, según las teorías que conocemos, vino de material de la tierra". Por su parte, Isma tenía claro que el habría dicho: "Guapísimo...aquí estamos".

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