'Zanguangos'
Joaquín Reyes se convierte en Pedro Almodóvar: "Si dices Carlos Boyero tres veces delante de un espejo, te da un cólico"
En una nueva entrega de 'Zanguangos', Joaquín Reyes se transforma en Pedro Almodóvar y desvela que siempre quiso dirigir 'Brácula: Condemor II' y recuerda su participación en una campaña de Zapatero: "Ahí sí que me cubrí de dolor y gloria".
En una nueva entrega de 'Zanguangos', Joaquín Reyes se convierte en otro manchego ilustre: Pedro Almodóvar, "icono de la modernidad y del progresismo". En el vídeo sobre estas líneas, el director se muestra en el rodaje de su último proyecto que va a ser tan transgresor que "hasta yo me he quedado con el culo torcido".
'Almodóvar' se muestra como un Quijote con su propio 'Sancho', su hermano Agustín, del que asegura que "nos parecemos mucho, pero el talento y el pelo, yo". Desde una sala de cine, va dando largas a actores que quieren colaborar con él, como Meryl Streep, Whoopi Goldberg para hacer de "hermana gemela de Rossy de Palma" o Danny DeVito para el papel de "comandante de la Guardia Civil travesti".
En plena meseta manchega, el cineasta escucha los gritos de Penélope Cruz: "Es un ciervo en la berrea", comenta 'Almodóvar', que confiesa la película que siempre quiso dirigir "Brácula: Condemor II". Tras pillarse los dedos con la claqueta, asegura que "ha dolido más que una crítica de Boyero", del que dice que "si dices su nombre tres veces delante de un espejo, te da un cólico de gases".
'Almodóvar' también exhibe los premios que ha recibido, desde los Goya que usa "para atrancar la puerta cuando viene Victoria Abril", hasta la medalla del Mérito de las Bellas Artes: "No sé si me la dieron por mis méritos, o porque llevo más de 10.000 kilómetros recorridos en manifestaciones sacando la cara por el PSOE". Al recordar el vídeo donde hacía el gesto de la ceja de Zapatero, afirma que "ahí sí que me cubrí de dolor y gloria".
Sobre cómo crea las historias de sus películas, señala que es una combinación de "talento y suerte". Para demostrarlo, muestra tres recipientes donde escoge al azar el protagonista, la trama y el conflicto social. El resultado, una "prostituta transexual, lesbiana y monja que empieza buscando a su madre a la que nunca ha conocido y acaba perdiendo a su hija, que no sabía que la había tenido" en el contexto de "la discriminación de los pelirrojos".