Joaquín Reyes se pone en la piel de Soraya Sáenz de Santamaría en el Zanguangos de El Intermedio. Bajo el lema de "soy el azote de la oposición", vemos a una Sáenz de Santamaría presumida y maternal con el entonces presidente de Gobierno, Mariano Rajoy.
Pero no solo a la exvisepresidenta de Gobierno, el humorista también se atreve con Manuela Carmena."Ni un coche va a quedar en Madrid, se va a quedar el cielo limpio como una patena", dice la 'alcaldesa' de Madrid.Además, no tiene reparos en mostrar lo que lleva en su bolso ni en hacer una ruta en carril bici para 'limpiar' el cielo de la capital española.
Y siguiendo con la política, nos encontramos con el expresidente del Gobierno José María Aznar."Secesionismo, populismo, crisis económica... temblad enemigos de España porque... ¡acabaré con vosotros!", declara Joaquín Reyes metido en la piel de un Aznar que también aprovecha para abordar el problema de los pensionistas: "Es que tienen muy poco espíritu emprendedor".
"¡Anda que no hice cosas! Me debéis la Seguridad Social, el boom del turismo, las cinco primeras Champions del Madrid yhasta el Valle de los Caídos", con estas afirmaciones, Joaquín Reyes impactó en El Intermedio al convertirse nada más y nada menos que en Francisco Franco, "el caudillo de España por la gracia de dios". Así es el asombroso resultado:
Otra figura que también tuvo su imitación a ritmo de 'Pretty Woman' fue Nicolás Maduro. "Hola, soy el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, un hater del capitalismo, sucesor del comandante Chávez y 'chandaliber'":
Una de las caracterizaciones más ansiadas de Joaquín Reyes, y por la que también tuvo varios incidentes, fue la de Carles Puigdemont: "A los españolistas chorras no les gusta ninguna de las soluciones que propongo".
Mazón reconoce errores
Wyoming, sobre la autocrítica de Carlos Mazón: "Llega como los mensajes de alerta de la Generalitat, bastante tarde"
"Algún que otro error se cometió, como que Mazón y un buen número de consejeros incapaces estuvieran al frente de esta crisis", afirma rotundo Wyoming tras escuchar las primeras frases de autocrítica del presidente de la Generalitat Valenciana.