"Se puede ser negro y bailar fatal", afirma Lamine Thior en una nueva entrega de 'Microracismos', donde habla de los prejuicios racistas, incluso cuando se atribuyen cualidades agradables solo por el color de la piel. En su caso, explica que "si bailo bien, no es porque sea negro, sino porque he pasado tanto tiempo en las discotecas que el cartero me lleva allí las multas".

"A veces, por querer demostrar que no se es racista, se acaba cayendo en un racismo mucho más sutil", comenta Lamine en el vídeo sobre estas líneas, donde pone como ejemplo cuando le dicen, "con buenas intenciones", que "hablas superbien para ser negrito".

"Hablo superbien español porque soy español", apunta el colaborador de El Intermedio, que escenifica una típica escena donde una persona que no se considera racista, ante su falta de práctica a la hora de interactuar, se pasa de cercanía.

"Yo lo digo siempre, que vosotros trabajáis muy bien, mejor incluso que muchos españoles", comenta el 'dueño de una casa' a un fontanero negro, lo que, señala Lamine, es el típico "halago racista", que "te refuerza con una opinión positiva por el hecho de ser negro".

"Aunque sea negro, no necesito refuerzos, necesito lo que todo español: alquileres baratos, mejores sueldos y más derechos sociales", afirma Lamine, para el que "ser negro no es motivo de halago". "Los negros no somos ni más ni menos que los blancos", sentencia parafraseando a "uno de los grandes estadistas de nuestra época": "Los negros somos sentimientos, y tenemos seres humanos".