Este martes sale a la venta 'Todo va a mejorar', la novela póstuma de Almudena Grandes y cuyo último capítulo está escritor por su marido, Luis García Montero. El poeta, escritor y director del Instituto Cervantes visita el plató de El Intermedio para hablar de esta distopía en la que se cruzan pandemias, un apagón de internet o la despoblación rural con los deseos de un tecnócrata totalitario que pretender dirigir al país como si se tratara de una empresa.
"Cuando ella se puso a imaginar el futuro lo que pretendía era descubrir los problemas que tenemos en el presente para estar atentos", explica García Montero, que pone de ejemplo que "alguien quiera convertir los cuidados en una manera de reprimir y acabar con la libertad en vez de asegurar la convivencia". Otro ejemplo es "que alguien defienda la libertad como la ley del más fuerte y no como la realización de una convivencia social donde unos se respeten a otros", explica el escritor.
Más Noticias
- La contundente reflexión de José Luis Gallego ante los fenómenos causados por la DANA: "Le hemos faltado el respeto a la naturaleza"
- García-Page, sobre las tareas de rescate: "No sabemos cuánto nos puede llevar, pero sí el drama que vamos a encontrar"
- Una casa queda totalmente descubierta en la zona cero de Utiel (Valencia) tras el paso de la riada
- Mario Viciosa analiza la DANA: "Estamos pagando los pecados de la falta de planificación"
- El sargento de bombero Julián García, sobre la falta de gas en Utiel: "El escape se ha solventado, pero el problema sigue. Eso ya es cosa de la compañía"
"Ella se imagina el futuro de los próximos años para advertirnos de que hay que vigilar algunas cosas", insiste Montero en plató, donde Wyoming se pregunta cómo es posible que Almudena Grandes "haga un retrato de algo del futuro que se parece tanto a algo que contamos aquí todos los días".
Entrevista de Andrea Ropero
Ahmed Younoussi relata su etapa en un centro de menores: "Intentaban que llevaras la vida de un chaval cualquiera"
Ahmed Younoussi explica a Andrea Ropero su difícil infancia en Marruecos y su llegada a España a los nueve años en condiciones extremas. Con emotivas palabras, destaca el papel fundamental que los educadores de los centros de menores tuvieron en su vida.