Entrevista de Andrea Ropero

El momento más duro de Belén González en el Opus Dei: "No podía explicar a mi psiquiatra que estaba ahí, era tabú"

Belén González habla con Andrea Ropero en este vídeo de El Intermedio sobre sus cinco años en un centro del Opus Dei: "Es un show en el que vives y donde hay personas que te manejan como un títere".

El momento más duro de Belén González en del Opus Dei: "No podía explicar a mi psiquiatra que estaba ahí, era tabú"

Belén González, exnumeraria del Opus Dei, habla con Andrea Ropero en El Intermedio sobre cómo era su día a día. "Llegaba a clase a las 8 de la mañana y me había levantado a las 5, me había puesto el traje que nos poníamos para limpiar, había ido a una meditación, que eran 30 minutos de reflexión espiritual que te daba un sacerdote, había ido a misa en latín y había desayunado con mis compañeras", detalla la joven.

"Por la tarde volvías a hacer 30 minutos de oración y cuanto más me quejaba de que estaba cansada o de que tenía dudas más encargos me ponían", afirma Belén, que reflexiona: "Luego me di cuenta de que debían pensar que cuanto más ocupada y cansada esté más manipulable seré y menos me rebotaré". La joven asegura que fue demasiado estrés diario hasta que un día petó: "Me puse mala de la garganta, empecé a vomitar y me empezó a entrar un ataque de ansiedad". "Mi cuerpo me dijo 'hasta aquí' y la directora dijo que me tumbaran en la cama, que se me pasaría", explica Belén González, que destaca que, después de quejarse mucho la llevaron a la psiquiatra.

"No le podía explicar a la psiquiatra que estaba en el Opus Dei porque te dejan bien claro que es un tema del que no hablas", asegura Belén, que explica que era "un tema tabú". Además, afirma que uno de los días más duros fue darse cuenta de que toda la gente en la que confiaba y el entorno en el que había crecido era "mentira": "Es un show en el que vives y donde hay personas que te manejan como un títere". "Me di cuenta de que había estado viviendo engañada", confiesa Belén Rodríguez, que desvela las secuelas que arrastra por los cinco años que estuvo en el centro del Opus Dei.