Carmen Linares, cantaora leyenda del flamenco, acaba de retomar la gira por el aniversario de sus 40 años como solista tras la pandemia. Ha actuado en teatros de todo el mundo, donde ha dejando su impronta y su personalidad, y durante todos sus años de carrera musical ha logrado convertirse en una voz reivindicativa del cante de la mujer flamenca.
Para llegar hasta donde ha llegado dice que hay que "amar profundamente el flamenco, cuanto más sepas de tu arte mejor porque le puedes dar todo. Hay una tradición que hay que conocer, una raíz, y luego volar", afirma. Afortunadamente, su familia se lo puso fácil para poder dedicarse a una profesión artística, algo para lo que una mujer se solía encontrar muchos problemas en aquella época. "Si a te ha dado dios ese don, lo tienes que usar", recuerda que le decía su padre.
Aun así, hacerse un hueco en un mundo masculino le "costó trabajo". "El flamenco es un arte muy difícil, no te puedes saltar ningún paso y aprender de tus compañeros. Para dar el máximo tienes que estar muy bien preparada", afirma. Además, cuenta que ella siente que es igual de importante e intenta transmitir lo mismo cuando canta en un barriada que cuando lo hace en el Teatro de la Zarzuela. Puedes conocer su historia completa en este vídeo de 'Mujer tenía que ser'.
Isabel Coixet, en Mujer tenía que ser
La directora de cine reconoce en Mujer tenía que ser que ha estado a punto veces de tirar la toalla, por "los palos en las ruedas" y las "dificultades extra" por ser mujer dentro de su profesión. Este es su mensaje a las mujeres que se dedican al cine: "Cuando tengamos el mismo dinero que los tíos será la hostia".