Thais Villas se trasladó hasta un colegio para saber cómo son los niños con respecto a la mentira. La reportera les preguntó primero si son personas mentirosas. Lucía respondió que "más o menos" mientras que su compañero Izan le contestó a Thais con un no rotundo. Marcos, por su parte, explicó que él no puede mentir "porque me rio cuando voy a contar una mentira".

Los niños también se sinceraron sobre cuál había sido su mentira más gorda. Juan explicó que un día su hermano se puso a jugar a fútbol y él le dijo que era muy bueno..."pero es malísimo". Emma, por su parte, no dudó en decirle a su madre que llevaba una camiseta muy bonita cuando pensaba que era "un trapo". Luis, en cambio, desveló el día que fingió que le dolía la cabeza para no ir al colegio.

Sobre qué hacen sus padres si les pillan en una mentira Izan contó que a él le cae "la bronca del año" y que le castigan "de por vida". Los padres de Amalia también la regañan y castigan pero antes siempre quieren saber por qué ha mentido. En cuanto a los castigos, suelen quitarle los aparatos electrónicos pero dice que tampoco le molesta mucho ya que puede vivir sin ellos.

Villas les planteó varias situaciones para saber si serían sinceros o mentirían. "Vuestros padres os preparan una comida buenísima y vosotros la probáis y no os gusta", les dice Thais. Izan explicó que él sería sincero y les diría que no le gusta. Otra niña dijo que a ella no le suelen gustar muchas comidas y que también sería sincera pero que se lo comería igual. "Qué remedio", dijo la niña resignada.

Sobre qué hacen cuando rompen algo o hacen una trastada en casa, Carmen dijo que ella no lo cuenta y esconde lo que ha roto. Juan explicó que él le echa la culpa a su hermano, algo que no puede hacer Emma ya que, como afirmó, no tiene hermanos. "Digo que ha sido el perro", añadió.

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