Thais Villas se desplaza hasta Mezquita de Jarque, en Teruel, para comer con el diputado socialista Herminio Sancho. La reportera se encuentra con su señoría en el campo, donde está pastoreando a sus ovejas. "Aquí con esta paz, ¿usted se puede ensayar los discursos del Congreso?", le pregunta Thais. "Cuando éramos jóvenes, cuando íbamos en el tractor, se me ocurrían los mejores", le cuenta Herminio.

El diputado le hace una demostración a Thais de cómo llama a sus ovejas. "¿Vienen todas para nosotros?", le pregunta Thais. "Que bonito esto que se pudiera hacer en el Congreso de los Diputados, dar cuatro voces y todos a una", afirma la reportera. "Me gustaría a veces... sí", responde Sancho.

Herminio le enseña el lugar donde se reúnen en el pueblo para disfrutar de una buena comida. "Es uno de nuestros mejores rincones", le dice. El primer paso es encender las brasas. Thais le regala un delantal de la sección a Herminio. "Digo a ver si no me va a entrar por la cabeza que la tengo gorda", le dice Herminio. Pero Thais le tranquiliza lanzando un dardo a Wyoming: "No se preocupe, yo trabajo con un señor que tiene la cabeza también muy gorda y no pasa nada".

Entre las aficiones de Sancho, cuando no está en el Congreso ni pendiente de la alcaldía del pueblo, explica que le gusta mucho ir al campo o ir a tomarse una cerveza y jugar al guiñote. Herminio explica además que lleva 31 años casado con su mujer, Mari Paz. Además, al igual que Pedro Sánchez, se declara enamorado. Además, se atreve con la picante pregunta de Thais Villas sobre si sigue "practicando": "Tenemos 58 años... hacemos lo que podemos, pero ahora ya me metes en un compromiso".