Nayra Domínguez perdió su trabajo durante la pandemia. Tiene un hijo de cuatro años y cumple todos los requisitos para percibir el ingreso mínimo vital, pero aún no ha recibido respuesta. En una charla con Andrea Ropero para El Intermedio, ha explicado que antes de la pandemia trabajaba en una cadena de comida rápida y la estaban formando para hacerla encargada, pero con la crisis sanitaria cerró las puertas.
Necesita un trabajo de mañanas o fines de semana para poder cuidar de su hijo, pero no lo consigue. Por eso, solicitó el ingreso mínimo vital hace un año y le fue denegado 15 días después porque, presuntamente, pasaba el baremo. El motivo es que tuvieron en cuenta los ingresos del año anterior, en el que sí trabajaba. Ahora, espera desde hace dos meses otra respuesta: "Ahora mi expareja me manda la pensión del niño, que son 250 euros, y tengo 280 euros de subsicio, de los cuales 350 van para la hipoteca", ha lamentado. Puedes escuchar su historia al completo en el vídeo principal de esta noticia.
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La reflexión de una mujer de barrio rico: "Más vale llorar en un Rolls-Royce que en un Seat Panda"
Thais Villas preguntó en este vídeo de El Intermedio en un barrio rico y uno obrero por el sueldo que sus vecinos pensaban que era necesario para ser feliz. "10.000 euros al mes", afirmó una vecina de barrio rico.