Andrea Ropero se trasladó hasta Pilas, en Sevilla, donde viven, en un hotel de la localidad, 19 gazatíes desde hacía seis meses. La reportera pudo charlar con Salah Awad El Sousi, un hispano palestino que logró huir de la Franja. Como le explicó a Ropero, vino a España en 1969 para estudiar Farmacia y vivió siete años con Franco, la transición y también la democracia. "Volví a Gaza de acuerdo a una solicitud de la Universidad de Al Azhar, me animó a esta participación el proceso de paz del acuerdo de Oslo", explicó a Andrea. Llegó a Gaza en 1994 y su situación era inmejorable pero "todo eso se ha frenado en seco", afirmó.

"El caso de Palestina es que se borra", explicó a Andrea. Como le dijo a la reportera, "antes del 48 todos los atlas se llamaba Palestina. Después de la creación del estado de Israel se borra el nombre de Palestina del mapa de Palestina, quieren terminar con nuestra identidad", añadió.

El inició de la guerra le sorprendió yendo al gimnasio. "Volví a casa y salimos con lo puesto", explicó a Andrea. "Han bombardeado todo lo que teníamos, hasta la Universidad y las escuelas protegidas por las Naciones Unidas han sido derribadas teniendo gente ahí dentro", se lamentó. En España, como le contó a la reportera, quieren reemprender su vida y normalizarla. "No estoy empadronado porque no tenemos domicilio. Nos están facilitando muchas tareas sociales, excepto el domicilio", añadió.

En cuanto al papel de la comunidad internacional en la guerra de Gaza, Salah afirmó que "el discurso oficial, lamentablemente, es vergonzoso". "Ese silencio macabro, esa doble vara de medir y no se mueve el mundo por para un genocidio de 35.000 personas, además de los que están debajo de los escombros", expresó.

Sobre si volvería a Gaza, Salah le dijo a Andrea que "Gaza no se puede borrar de nuestra memoria, es el lugar más bonito del mundo". A pesar de ello, por el momento, sabe que no puede hacerlo. "Hemos pedido tres casas, todos los ahorros de mi vida", explicó. "Quiero participar con cualquier entidad, internacional o española, como intérprete o como sea. Sigo vivo y quiero participar para que la situación cambie", concluyó.

Andrea también pudo charlar con Omaya Hamdi El Sousi y Osama Salah El Sousi, mujer e hijo de Salah. Ella contó que en su familia ya habían fallecido dos de sus hermanos y que, hasta hacía muy poco que ya había empezado a entra comida a la Franja se alimentaban de césped y bebían agua del mar. Omaya, además, explicó que reza todos los días para que termine el genocidio. "Me gustaría volver a Gaza, seguro que vamos a volver porque Gaza va a volver", le dijo a Andrea.

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