"No puedo más con la dictadura de lo políticamente correcto", denuncia una encarcelada Cristina Gallego, que pregunta: "¿Os lo podéis creer? Y todo por llamar 'mujer' a una persona con vulva sin pregunta primero con que género se identifica".

"Así estamos en pleno 2023", espeta, y critica que en nuestro país "no se puede hablar libremente de nada": "Nos han vendido que vivimos en una democracia, en una sociedad plena de derechos, cuando en realidad tenemos menos libertad que antes". Esto es algo que ya han evidenciado en otras ocasiones algunos "intelectuales", además de "Miguel Bosé, Mario Vaquerizo o Ramoncín, entre otros".

Aunque "solo algunos valientes se atreven a denunciar que la dictadura de lo políticamente correcto esta cercenando la libertad de expresión", critica la ultrainformada, que se da cuenta de que hasta con "Franco teníamos más libertad" porque se podía hacer "chistes de negros, gitanos, gangosos, mariquitas y de insultar a tu mujer", cosa que ahora es inviable.

"Antes podíamos hacer y decir lo queq ueríamos, pero ahora antes de hablar hay que tener cuidado con no ofender", aparta de a los nombrados anteriormente a "gays, lesbianas, transexuales, bisexuales, heterosexuales, asexuados, celíacos, zurdo, disléxicos, gente con juanetes, operados de apendicitis, calvos y demás engendros", critica, y sentencia: "¡Ya no se puede hablar de nada!".

El señor fue entrevistado mientras caminaba por una calle llena de fango. Decidió que lo más preciado de su casa, en ese momento, era una olla de albóndigas en salsa que había preparado su mujer.

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