Andrea Ropero ha tenido la ocasión de entrevistar a Woody Allen, que acaba de publicar su libro de relatos 'Gravedad cero' en el que, afirma, "no hay nada profundo, es simplemente una forma de hacer reír a la gente". Sobre su don para la comedia, explica que descubrir ese talento le sirvió para no convertirse en "botones de ascensor o taxista": "No pienso en ello en términos de hacer feliz a la gente, sino en mi propia supervivencia. Pensé que podía ganarme la vida escribiendo y así no tenía que ir a la universidad". Sin embargo, asegura que echando la vista atrás "pienso que me habría gustado tener una formación universitaria, pero era joven y no tenía disciplina".
Sobre su última película, que ha rodado en París sin saber nada de francés, comenta que "he cumplido mi sueño de ser un director europeo de cine". Respecto a si este será su último largometraje, afirma que "cada vez me cuesta más lo de pedir dinero para hacer una película. Si alguien viene y me lo ofrece, eso ya sería otra cosa", a lo que se une la deriva que ha tomado la industria: "Donde yo crecí comprabas una entrada y veías un gran película en una gran pantalla. Ahora haces un film y acaba en televisión a las dos o tres semanas", comenta en el vídeo sobre estas líneas.