El Intermedio

Wyoming denuncia las excentricidades de los ricos: "El dinero no debería dar privilegios absurdos que solo sirven para humillar"

El Gran Wyoming arranca su monólogo en El Intermedio con una ácida reflexión sobre las diferencias entre ricos y ciudadanos de a pie. Con su característico tono irónico, critica una polémica propuesta en Barcelona que busca separar las viviendas sociales de las de lujo

Wyoming denuncia las excentricidades de los ricos: "El dinero no debería dar privilegios absurdos que solo sirven para humillar"

Wyoming arranca el monólogo de El Intermedio hablando de los ricos y de las supuestas diferencias que tienen con los ciudadanos de a pie. "Existe el mito de que los ricos tienen algo especial: que son más estilosos, más elegantes, más guapos... y eso se contesta con dos palabras: Jeff Bezos", bromea el presentador.

"Este señor es el dueño de Amazon y es el segundo hombre más rico del mundo. Y, como podéis ver, tiene de guapo y de estiloso lo que yo de vietnamita", ironiza Wyoming. Asimismo, señala que "en realidad, los ricos son —o somos— como los demás", es decir, lloran como todo el mundo y "en algunos casos, eso no es lo más repugnante que sale de su boca".

La única "diferencia" que percibe Wyoming es "el dinero", pero este tiene un problema: no se puede ver a simple vista. Por eso, "para que se sepa que son ricos, tienen que buscar formas de diferenciarse".

El presentador pone como ejemplo la propuesta de la patronal de la construcción en Barcelona, que, debido a la legislación vigente, está obligada a destinar "un 30 % de la vivienda de nueva construcción a vivienda social". Ante esto, los promotores han propuesto una solución: "que tengan dos entradas". Es decir, una puerta "para la vivienda de cifra" y otra para "las que son más humildes".

Una propuesta que, según Wyoming, confirma sus sospechas de que "en los últimos años los ricos están desataos". "Ya no les vale con demostrar que tienen más dinero, ahora quieren independizarse del resto de la sociedad", apunta.

No obstante, el presentador insiste en que "los ricos" son iguales que cualquier otro ciudadano y que, por tanto, "hay que exigirles que entren por la misma puerta. El dinero no debería dar privilegios absurdos que solo sirven para humillar al resto", concluye El Gran Wyoming.