El Gran Wyoming explica que le ha dado por pensar por las grandes obras de ingeniería construidas por los romanos. Ante la pregunta de muchos sobre cómo pudieron realizar todas esas obras, el presentador apunta que la herramienta más utilizada fue básicamente una: "El látigo". "Con eso, varios millones de esclavos podían edificar lo que les diera la gana", añade.

"En aquella época no se negociaba el salario mínimo... como mucho el latigazo máximo". Además, había esclavos en todas partes: "En las minas, en el campo, en el servicio doméstico, en la enseñanza, hasta los gladiadores eran esclavos". Finalmente, la esclavitud despareció porque "estaba fea y porque es más cómodo tener un trabajador que un esclavo. El trabajador, a fin de cuentas, se paga la comida, la casa y, así, no desgastas el látigo".

Pero, a pesar de ello, como indica Wyoming, "parece que algunas viejas costumbres no han desaparecido del todo". Como expone, un informe de Oxfam y la Universidad de Comillas señala que "gran parte de la agricultura europea se sostiene sobre las espaldas de migrantes que son sistemáticamente explotados". "Hasta un 26% de los trabajadores agrícolas de la UE son de origen extranjero, muchos de ellos en situación irregular, lo que propicia que tengan que hacer frente a larguísimas jornadas, a sueldos precarios y alojamientos insalubres", añade.

"Esto es así porque los europeos modernos hemos inventado una herramienta mucho más efectiva que el látigo, el cinismo", argumenta. "El cinismo permite que algunos denuncien una supuesta invasión extranjera, que exijan la construcción de muros, que voten a partidos xenófobos pero, a la vez, les parezca aceptable que millones de personas estén trabajando en el sector agrícola en condiciones realmente inaceptables", asevera. "Sí, aquí en Europa hay quien no tolera a los migrantes salvo que trabajen como esclavos, pura hipocresía", afirma.