Wyoming arranca El Intermedio admitiendo que tiene mala memoria: "Por no acordarme no me acuerdo ni de los nombres de este equipo", afirma el presentador, si bien comenta que "el de Sandra sí, porque lo tengo apuntado en la mano".

Para Wyoming, la sociedad también tiene problemas de memoria corta, pues hace tan solo cuatro años "íbamos todos con mascarilla, hacíamos pan de masa madre, celebrábamos cumpleaños por zoom": "Estábamos encerrados en casa, no podíamos abrazarnos", recuerda.

En ese momento asegura que "todos teníamos un sentimiento común: saldremos mejores". "Pensábamos que al acabar la pandemia seríamos una sociedad más solidaria, apostaríamos por el bien común y lucharíamos por un estado del bienestar más consolidado", señala.

Wyoming pone especial atención en la sanidad pública, "que fue la que nos sacó las castañas del fuego". Sin embargo, cuatro años después, un informe de Amnistía Internacional, en la última década la inversión en sanidad pública se ha incrementado un 5%, mientras que la de la privada ha subido un 27%.

"Se suponía que después de la pandemia habría una apuesta decidida por los servicios públicos, pero está claro que nosotros no salimos mejores y la sanidad salió aún más escuálida", afirma Wyoming, que anima a "meter más jurdeles, gastar más en personal, centros y servicios".