Borja le agradece que Nacho, con tan sólo 18 años, le haya enseñado la barrera del ‘fun eating’. El jefe piensa que es “un máquina” y le premia con 6.000 euros para que el joven empiece a dar sus primeros pasos con su orquesta. “Se agradece porque pocas veces te hacen cosas así en la vida”, comenta emocionado el camarero.
Borja le agradece que Nacho, con tan sólo 18 años, le haya enseñado la barrera del ‘fun eating’. El jefe piensa que es “un máquina” y le premia con 6.000 euros para que el joven empiece a dar sus primeros pasos con su orquesta. “Se agradece porque pocas veces te hacen cosas así en la vida”, comenta emocionado el camarero.
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