El restaurante ya está vacío y ha llegado el momento de descansar, ocasión que Dado Limaaprovecha para charlar con Fede, el cocinero. Su empleado no tiene pelos en la lengua y critica la actitud de su jefe en Toro Burger. Eso sí, sin saber que lo tiene frente a él. "Yo soñaba con ser pastelero o ser un cocinero de esos que aparecen en la tele", reconoce. "Después, las cosas se van torciendo", confiesa.
"Aquí no nos dejan aportar absolutamente nada. Son las hamburguesas que él (el jefe) hace y ya está. En un año y medio que llevo aquí jamás me ha preguntado si tenía alguna idea, qué me parecía... Ni a mí ni a nadie", dice con rotundidad. "Creo que podríamos aportar muchísimo más, nosotros también tenemos buenas ideas", sigue quejándose.
Más Noticias
- Los consejos de Patricia Benítez para cazar a un infiel: "En el WhatsApp no vamos a encontrar absolutamente nada"
- 118 euros por una pizza con piña: así protesta este restaurante contra lo que tildan de "aberración"
- Rocío rompe platos, de manera literal y figurada, en 'Fusión Lío Córdoba': "La palabra 'restaurante' le queda grande"
- La valoración de Alberto Chicote da un vuelco de última hora a la clasificación general de 'Batalla de restaurantes'
- Alberto Chicote, tras ver desorbitada reacción de Rocío al ver la clasificación: "No es el momento, falta mi voto"
Fede echa en falta tener algo (o alguien) que le motive. El desánimo de Fede preocupa al jefe. "Yo no puedo permitir esta clase de sentimiento dentro de Toro Burger", dice con cierto pesar Dado Lima ante las cámaras de El Jefe Infiltrado.
Hemeroteca
El jefe infiltrado presencia cómo una camarera intenta cobrar de más a unos clientes mediante tarifas inventadas
Dado Lima, el jefe de Toro Burger, no daba crédito a lo que sus oídos escuchaban. "Coste extra de 3 euros", decía su camarera a unos clientes. Algo, que no era cierto y él sabía... Sin embargo, tenía que callar para no delatarse.