Fede, el cocinero, pone más salsa a sus hamburguesas que ganas a su cocina. Es uno de los empleados más veteranos de Toro Burger, pero también de los más desmotivados. La llegada de 'Marcos' a las instalaciones no puede empezar con peor pie, literalmente.
Con solo dar un paso, se tropieza con los cables que atraviesan de lado a lado la habitación a ras de suelo. El estado de dejadez de la cocina es lo primero que sorprende al jefe, pero aún le queda mucho por ver. Fede comienza a explicarle a 'Marcos' cómo se amasan las hamburguesas y se olvida de conectar la plancha, con lo que, cuando comienza el servicio, aún está fría.
"Vamos a tener que esperar a que se caliente la plancha porque me he distraído contigo y no la he encendido", dice, sin saber que se está refiriendo a su jefe. "Claro, para él es más fácil echarme la culpa a mí", se queja Dado Lima ante las cámaras cuando no lo escucha su empleado.
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La encargada llega para meter prisa y Fede vuelve a poner a 'Marcos' como excusa. "Está aprendiendo el muchacho, así que paciencia", pide. "No, no, no, hermanito Fede. Por tu culpa, no la mía", asegura el jefe a los redactores de El Jefe Infiltrado.

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"Se echa de menos un jefe que motive": el cocinero de Toro Burger se sincera con su 'ayudante' sin saber que es su jefe infiltrado
Fede era el cocinero más desmotivado de Toro Burger, a pesar de ser uno de los mejores. Dado Lima, el jefe, aprovechó su infiltración para intentar averiguar el motivo. Pero hay veces que las verdades duelen.