Ha sido un día intenso de trabajo, repleto de pequeños fallitos y un gran error que han hecho que Rober, el jefe infiltrado, haya perdido la calma en alguna ocasión y haya tenido incluso que intervenir a espaldas de su empleada. Después de tanta tensión, toca relajarse. Roberto y Vanesa se sientan en un banco para charlar y la trabajadora asegura que se encuentra muy a gusto en Forno de Lugo. "Gracias a este trabajo he podido alquilar un piso", le cuenta a su supuesto pupilo.
Vanesa vive con sus dos hijos y está separada. Ha tenido que hacer frente a una difícil situación económica. "Antes de empezar a trabajar he tenido que pedir ayuda a Cáritas", afirma justo antes de ponerse a llorar. "Eres una luchadora nata", le dice Rober. "Me ha tocado. Ahora, gracias a Dios, tengo lo que quiero: trabajo, casa y una estabilidad con mis hijos", responde.
Más Noticias
-
Baldoví, sobre Ayuso: "Es como si escuchara a Mazón, usa los mismos argumentos"
-
Pilar Velasco: "Carlos Mazón lleva mintiendo desde la tarde de El Ventorro"
-
Ramoncín, sobre Mazón: "Es el ejemplo clarísimo de individuo que entra en política sin ninguna actitud de servicio público"
-
Joan Baldoví, sobre Mazón: "Lo que me sorprende es su falta de humanidad"
-
Joan Baldoví: "Mazón no ha tenido ni el mínimo detalle de pedir perdón"
"Lo único que pido es pagar mis deudas. Mi nómina solo me da para pagar el piso y el logopeda de mi hijo pequeño. Primero prefiero pagar el logopeda y ya me buscaré la vida con la comida, poquito a poquito a ver si nos estabilizamos. Hemos estado unos años un poquito tocados", reconoce.