La directora de Juicy Avenue, Sandra López de Erentxun, se infiltrará entre sus trabajadores para comprobar si ponen en práctica los valores que sostiene la compañía. Para ello, se somete a un cambio de look radical: rastas, flequillo y un look totalmente opuesto al suyo forman a su nueva personalidad.
Durante el programa será Ainara Azcona, una chica navarra aficionada a la comida basura que participa en el falso concurso televisivo 'Cambio de Txip' para cambiar sus malos hábitos alimenticios y su estilo de vida. Para iniciar su cambio de vida compite para ganar una franquicia de Juicy Avenue.
La jefa infiltrada se derrumba con la historia de vida de Matilde
El primer día entra a trabajar como dependienta en una franquicia junto a Matilde, 'la dependienta agobiada'. Matilde se confiesa con la jefa infiltrada del Juicy Avenue y le cuenta que vivió toda su infancia pensando que su madre no la quería.
El reparto a domicilio saca de quicio a la jefa infiltrada: "Al ver a María me he acojonado"
En su segundo día de infiltración, Sandra conoce a María, la jefa de repartidores: "lenta y furiosa, un volcán en permanente erupción": "Al ver a María me he acojonado.
La encargada de Juicy Avenue se salta las normas y pone en riesgo la salud del cliente
Sandra, la jefa infiltrada, conoce a Nayra, una de las encargadas de Juicy Avenue. No atiende a las alertas de exceso de ingredientes, algo que puede poner en riesgo la salud de los clientes.
Perdidos en Madrid antes de la primera entrega: la jefa de Juicy Avenue se infiltra como repartidora
De la calidad y el servicio que ofrecen los proveedores depende gran parte del éxito del Juicy Avenue. La Jefa infiltrada pasa el día con Luismi, sus errores ponen en tensión a Ainara.
María alucina con el regalo de su jefa: "Me parece excesivo"
Tras descubrir que Ainara no era su compañera, María alucina al conocer cara a cara a la directora ejecutiva de la empresa en la que trabaja.
Hemeroteca
El jefe infiltrado presencia cómo una camarera intenta cobrar de más a unos clientes mediante tarifas inventadas
Dado Lima, el jefe de Toro Burger, no daba crédito a lo que sus oídos escuchaban. "Coste extra de 3 euros", decía su camarera a unos clientes. Algo, que no era cierto y él sabía... Sin embargo, tenía que callar para no delatarse.