El Jefe infiltrado de Ballenoil se traslada hasta Fuenlabrada, en Madrid, para conocer a Ernesto, el gasolinero que hace las sustituciones. Este puesto es muy delicado ya que Ernesto hace los reemplazos en todo Madrid, por lo que si comete fallos, éstos los hará en todas las gasolineras de la región, lo que tendrá graves consecuencias.
La primera tarea del día es de las más delicadas en una gasolinera: la recarga del camión de repostaje. La maniobra de descarga de combustible tiene un estricto protocolo que está a cargo del chófer del camión y del encargado de la gasolinera. Sin embargo, Ernesto comete una grave falta al abandonar la maniobra de descarga para hacer acciones irrelevantes.
Otros momentos destacados
En una de sus jornadas en una gasolinera, El Jefe infiltrado se niega a hacer el trabajo que le pide su empleado. "Eso te digo que no lo voy a limpiar. Soy demasiado señorito para limpiar esa mierda", asegura.
El Jefe Infiltrado también vive un momento muy tenso cuando un cliente trata de estafar al empleado con el que comparte jornada de trabajo. Finalmente, el mal rato le sirve para darse cuenta de algunos déficits de no tener el sistema de cobro automatizado.
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