Masha Lloyd, directora de Comunicación de Yoigo, se adentraba en su empresa para conocer la forma en la que sus empleados se desenvolvían en su puesto de trabajo. Para poder pasar desapercibida en su empresa, se hizo pasar por una trabajadora inglesa que participaba en el programa televisivo 'Erasmus Laboral' en el se intercambiaba por un trabajador español. Recordamos el momento de su transformación y la reacción de la familia ante su radical cambio.
En su primera jornada, 'La Jefa' se infiltraba en atención al cliente de Yoigo acompañada de dos trabajadoras totalmente opuestas: una bastante pesimista y otra muy positiva. Sara, la primera empleada, realizaba su trabajo de forma correcta, pero dejaba ver su falta de motivación: "Este trabajo es aburrido, monótono y no es vocacional".
Por el contrario, Patricia, una joven muy luchadora mostraba pasión y alegría por su trabajo, algo que para la directora era admirable y le hacía conectar con ella hasta el punto de acabar conociendo la parte más dura de su vida: "Esta es la actitud correcta que queremos en Yoigo".
En su segunda jornada, 'La Jefa' trabajaba en el almacén logístico de la empresa, departamento en el que se gestionan los contratos y tarjetas de los clientes. Allí conocía a Jenny, una operaria muy implicada en su trabajo, hasta tal punto de que llegaba a responsabilizarse de los fallos de los demás.
Debido a su gran responsabilidad, Masha Lloyd decidía conocer más de cerca a su empleada y descubría que llegó a España poco después de que su padre fuese detenido cuando intentaba escapar de Cuba al no compartir los ideales políticos del régimen. Unas circunstancias que emocionaban a 'La Jefa': "Tengo mi carácter pero también muchísimo corazón".
En su tercera jornada, se infiltraba en el departamento de reparación de terminales, donde se encontraba con Miguel, un empleado muy borde que dejaba ver su poca paciencia a la hora de enseñar a la directora. Con él, 'La Jefa' protagonizó uno de los momentos más tensos del programa. Y es que su empleado llegó a abandonar el lugar de trabajo. "Si tienes que enseñar debes tener paciencia y ser didáctico", criticó 'La Jefa'.
En la última jornada, coincidía con dos dependientes de una tienda de Getafe, Javier y Sergio. Javier no conseguía mantener la paciencia con la empresaria y acababa perdiendo los papeles: "Si no tienes ni idea no opines ni te metas". Por otro lado, Sergio conseguía salvar la visita de un hombre bastante desagradable: "No me voy a poner a su altura".
El último día, 'La Jefa' se reunía con los trabajadores en las oficinas centrales de Yoigo para desvelarles su verdadera identidad. Uno de los mejores momentos era el encuentro entre Miguel y la empresaria, en el que el empleado justificaba su mal comportamiento aludiendo que, debido a la edad de la directora, su capacidad de aprendizaje variaba: "Nunca me había tocado formar a una persona que fuese excesivamente mayor". Un comentario que hacia estallar a Masha Lloyd: "¿Me estás llamando vieja?".
A pesar de su falta de entendimiento, la empresaria decidía darle otra oportunidad: "Yo no voy a ser tan dura contigo como fuiste conmigo".
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Una empleada planta cara a su jefe (no) infiltrado el día de revelaciones: "Mi tarta estaba bien hecha y la tuya, no"
El jefe de L'Antiga Valenciana se desprendía por fin de la falsa identidad que usó durante la infiltración en la empresa y desveló quien era realmente a sus empleados. A alguno de ellos no le sentó demasiado bien el engaño.