Durante su tercer día, El Jefe infiltrado de Sanamar conocer el trabajo que se realiza en el almacén de su empresa. Para ello, trabaja con Sebastián, un empleado que no termina de convencerle por su lentitud a la hora de realizar el trabajo.
Una idea que cambia cuando 'El Jefe' descubre que Sebastián tiene una enfermedad neurológica y degenerativa que hace que cuanto más esfuerzo haga más movilidad pierda. "Intento hacer bien mi trabajo dentro de unos límites", confiesa Sebastián.
Otros momentos destacados
Tras pasar una jornada laboral juntos, la tensión se palpa en la reunión que mantienen empleado y jefe al fin del programa. En un primer momento le anuncia que va a "finalizar" su contrato "de manera inmediata", pero es para ofrecerle algo mejor. En el vídeo se puede ver la emoción de Sebastián y su familia tras conocer la noticia.
El Jefe también comparte un día con Paco, que trabaja en la sala de elaboración y acaba indignado con él al ver que se salta las medidas de seguridad. "Estoy obligado a ponerme los guantes, pero solo lo hago si creo que viene el supervisor", le confesaba el empleado.
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Las lágrimas de Rocío cuando el jefe infiltrado le da 4.000 euros para compensar la pensión de viuedad que no puede cobrar
Rocío se emociona en este vídeo con el regalo de El jefe infiltrado y es que la sorprenda al darle 4.000 euros para compensar la pensión de viudedad que no puede cobrar después de que su pareja falleciera.