Antes de infiltrarse, 'el jefe infiltrado' de La Mar de Gambas debe pasar por 'chapa y pintura' para convertirse en su nuevo personaje. "El cachondeo va a ser especial", destaca al ver el look que le toca ponerse. "Con lo que me gusta a mí un traje y vestirme bien, en los líos en los que me estoy metiendo...", afirma alucinado.
"Que me toquen la barba o el pelo no me gusta nada", reconoce 'el jefe', que grita al ver la maquinilla: "No, no, no". Es más, pide al estilista que "no se venga arriba" con el cambio. "Vaya pintas, no me he visto así en la vida", destaca 'el jefe' al ver su cambio de hombre de negocios en traje a Teo, un emigrante andaluz que tras años lejos de su tierra participa en un programa para aprender el funcionamiento de la franquicia de La Mar de Gambas y hacerse con una.
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Pero, ¿cómo reacciona su familia? 'El jefe' ha quedado con su mujer y sus hijos para descubrirlo. "No puede ser", destacan mientras las mujeres no puede evitar reírse: "Parece que tienes 24 años, qué ropa más chula". Si embargo, no a todos los familiares les hace tanta gracia el look de motero y es que Manuel, el hijo pequeño, no quiere ni mirarle.
Hemeroteca
El jefe infiltrado presencia cómo una camarera intenta cobrar de más a unos clientes mediante tarifas inventadas
Dado Lima, el jefe de Toro Burger, no daba crédito a lo que sus oídos escuchaban. "Coste extra de 3 euros", decía su camarera a unos clientes. Algo, que no era cierto y él sabía... Sin embargo, tenía que callar para no delatarse.