Enric Juliana ha analizado en El Objetivo las fórmulas de comunicación que se han usado en todo el mundo, también en España, para entender la crisis sanitaria mundial derivada de la epidemia de coronavirus. Y también para comprender los niveles de crispación política. Para el periodista, "la elaboración de la certidumbre en este asunto es crucial" por cómo nos ha acabado pasando factura en términos políticos.
"Nadie tiene la seguridad sobre si las primeras informaciones de China a la OMS fueron de total de certidumbre, y si fueron referidas al tiempo adecuado", ha destacado Juliana, que ha recordado que el 7 de enero, "el día que se produjo la investidura de Sánchez, China comunicó a la OMS por primera vez que creían tener la certeza de que unos casos anómalos de neumonía en Wuhan correspondían a un nuevo tipo de coronavirus".
Ese día, ha continuado explicando Juliana, la "gran pasión española estaba en los insultos que se estaban profiriendo en el Congreso de los Diputados, entre los que el nuevo Gobierno fue declarado 'ilegítimo' por una parte de la oposición". Esto es: "El 7 de enero, la gran pasión española eran las bofetadas".
Precisamente, para Enric Juliana esta "tesis del gobierno ilegitimo explica toda la evolución de la política española en estos tres meses, que parecen haber sido tres años”. Según el periodista, esta afirmación “es de una intensidad extraordinaria, y ha explicado por qué: "Proclamar que un gobierno es ilegítimo invita a la ciudadanía y a los aparatos del Estado a moverse contra ese gobierno".
"Contra un gobierno ilegítimo, todo lo que se haga para derrocarlo puede ser legítimo", ha expuesto Juliana aludiendo a este escenario. Y ha insistido: "Con esto no solo se hace una convocatoria política, también una de carácter moral. Se está invitando a crear un escenario de tensión muy fuerte. Y esta es una de las claves de que la mayoría de la sociedad rechaza en los sondeos".