Su denuncia pública en el programa 'Salvados' podría condenar a Zaida Cantera a una pena de entre tres meses y dos años de prisión por insulto a un superior. Casi la misma pena a la que fue condenado el teniente Lezcano-Mújica por acosarla durante meses en el Ejército.
"No hubo ningún tipo de insultos ni injurias, nada más que se contaba una historia que es real", afirma su marido, José Lóbez Cuadrado. Mañana Zaida Cantera rompe su silencio. 'El Objetivo de Ana Pastor' la entrevista en exclusiva para saber cómo está y cómo ha recibido la noticia de la denuncia. "Zaida no se arrepiente porque ha hecho lo más digno que podía hacer, pero desde luego también cuenta que su vida se ha convertido en un infierno. No solo pudo ganar esa sentencia, sino que ahora, después de que el tipo haya sido condenado, ella es denunciada", explica la periodista Ana Pastor.
Ana Pastor: "Zaida no se arrepiente porque ha hecho lo más digno que podía hacer"
Su voz pero también otros testimonios que indagarán en un concepto: el de la justicia militar. "Realmente hay una democracia interna que está permitiendo que ocurran cosas que a nosotros nos están llamando mucho la atención", reflexiona la presentadora de 'El Objetivo'.
Casos como el de Antonio. Su hijo quedó parapléjico tras saltar en un entrenamiento militar en paracaídas. Tuvo que luchar para demostrar que no fue cuestión de mala suerte. O el de Francisco, sancionado por ausentarse de un acto religioso. Gracias a él, el Tribunal Constitucional reconoció por primera vez el derecho de libertad religiosa de los militares. "Hay un déficit democrático muy grande", afirma.
Expertos, políticos y militares intentarán dar respuesta a todas estas preguntas, el domingo a las 21.30 en 'El Objetivo de Ana Pastor'.
Cuatro llamadas el 29 de octubre
La consellera de Justicia ignoró en tres ocasiones el ofrecimiento de la delegada del Gobierno de medios para la DANA
Pilar Bernabé habló por teléfono cuatro veces con Salomé Pradas y solo a las 17.00 horas aceptó activar la UME, pero solo en Utiel. La alerta llegó más tarde, cuando en una reunión del CECOPI llamó la alcaldesa de Paiporta.