La estadística muestra una bajada de 2,4 puntos porcentuales en tres años en el peso de la sanidad pública y una subida equivalente en el sector privado, pasando el primero de representar el 73,9% del total al principio de la legislatura, a un 71,5% a finales de 2013. La sanidad privada pasó de ser un 26,1% al 28,5%.
El redondeo aparentemente inocuo hecho por el ministro de Sanidad esconde la tendencia de ganada de peso de la sanidad privada frente a la pública. Esta se traduce en un recorte de 6.733 millones en tres años en la pública, mientras los españoles gastaban 606 millones más en el sector privado.
En concreto, las administraciones pasaron de gastar 73.254 millones de euros en 2011 a desembolsar 66.521 en 2013, mientras el gasto particular de los ciudadanos escaló de los 25.921 millones en 2011 a los 26.527 de 2013.