‘Encarcelados’ llega a su fin después de emitir 11 programas grabados en países de América Latina. Una temporada donde Jalis de la Serna y Alejandra Andrade han mostrado con su trabajo cómo viven los españoles encerrados en cárceles extranjeras.
Unos reportajes cargados de historias, algunas de ellas con final feliz. Es el caso de Lola, la gaditana presa en el penal boliviano de Palmasola, que confesaba a Jalis de la Serna tener cáncer de mama terminal y que tras aparecer en el programa, consiguió el indulto por parte del Gobierno de Evo Morales.
El formato ha reflejado cómo es la vida de los españoles encerrados lejos de sus casas. Una vida que transcurre en duras condiciones debido al hacinamiento, la comida, la falta de higiene, de medicamentos, de atención médica y con la corrupción presente en cada uno de los penales.
‘Encarcelados’ cierra temporada habiendo llegado a los dos millones de telespectadores y enseñando al mundo cómo subsisten los españoles presos en Latinoamérica. Muchos de ellos condenados por ejercer de mula al ser la única salida fácil y rápida que veían para paliar la crisis española.