La situación de José Ángel es parecida al resto de españoles presos en el extranjero. El de Ciudad Real está encerrado por ingerir droga para transportarla. “Me tragué 46 bolas de 10 gramos”, asegura. Explica que las mojó en yogurt para que pasasen suaves, pero aun así, tuvo problemas para expulsarlas.
A pesar de los laxantes que le dieron en el hospital, el español no conseguía evacuar la mercancía. Así que tuvo que pasar por quirófano por si le estallaba alguna en el estómago. Le iban a pagar 3.000 euros pero asegura que “no compensa”.