Jalis de la Serna y Dmitry, el traductor que acompaña al equipo de Enviado Especial en su 'tour' por la capital de Turkmenistán, Ashgabat, se encuentran frente a un espectacular edificio: el Palacio de las Bodas.

"Tú puedes aquí hacer todo: alquilar coche, alquilar fotógrafo, comprar anillos, comprar vestido...", explica el guía. "Todas las bodas se hacen aquí. Una boda aquí es una cosa muy importante para la vida de un turkmeno".

El trabajador del régimen no se espera lo que Jalis le dice a continuación. No está preparado para responder, ni instruido para ello desde el Gobierno. "He leído que aquí la homosexualidad está prohibida". El gesto alegre de Dmitry se ensombrece. "Es que no es habitual de aquí. Aquí la cultura, es más musulmana", asegura, dando a entender que nadie del colectivo LGTBIQ+ reside allí.

El periodista presiona. "Incluso en la página del Ministerio Español de Asuntos Exteriores, hay una recomendación para evitar muestras de afecto en público por parte de personas homosexuales", afirma, enseñando el párrafo al que hace referencia en el documento oficial. El guía ve en esta frase el clavo ardiendo al que agarrarse. "¡Eso! Eso es prohibido. No puedes besarte con otro hombre, claro, pero no te van a encarcelar. Te van a multar".

Dmitry insiste. "Yo no conozco ninguno. O van a otro país", sentencia.