"Es día de bazar. Y la gente suele venir aquí por la mañana, para comprar todo lo que quieren, hasta el coche", cuenta con orgullo Dmitry, el guía que acompaña a Jalis de la Serna en este 'tour' por Turkmenistán, orquestado y vigilado al milímetro por el régimen. Tanto, que ni siquiera les permiten grabar el atasco en el que se encuentran. ."No es nada malo. En España también tenemos atascos", dice el presentador de Enviado Especial al representante del gobierno que les observa con mirada de hierro a todas horas.

Entre el tumulto, a Jalis algo le llama la atención: no hay apenas mujeres al volante. "Aquí es otra mentalidad, mujer aquí es ama de casa. Por eso tú ves más hombres que mujeres", explica brevemente el traductor y guía. La realidad es que en Turkmenistán se llegó a prohibir conducir a las mujeres, acusándolas de provocar muchos accidentes.

El papel de la mujer está dentro de casa y en las labores del hogar, como la compra. Eso es lo que pueden comprobar cuando llegan al bazar. Ahí sí hay muchas mujeres. "Espera un segundo que pasen las mujeres por si se molestan", le indica Dmitry, con clara intención de que no sean captadas por las cámaras. Mujeres que están haciendo la compra.

"Una cosa, Jalis. Me han pedido que solo grabemos a gente con buena apariencia, jóvenes...", le dice el cámara al periodista. Juntos se adentran en el mercado y comprueban que los precios son bastante elevados en comparación con el salario medio que ganan los turkmenos.