Cuando las tiendas de Primark cierran sus puertas al caer la noche, la actividad no decae en su interior. Decenas de trabajadores se ocupan de recibir las prendas, colocarlas, etiquetarlas y demás tareas y funciones necesarias para que al día siguiente, a la hora de la apertura, todo esté a punto.
Uno de ellos fue Manuel Benito, un reponedor que cubría el turno de noche y contaba en este programa de Equipo de Investigación emitido en 2016 las pésimas condiciones laborales de su contrato, que además, eran incumplidas por parte de la empresa que le contrataba (una ETT) de manera continuada, aseguraba.
"Eran 40 horas semanales con dos días de descanso y el importe de la hora eran 5'5 euros brutos, incluyendo horas extra, prorrateo de vacaciones...". Las condiciones, contaba, "distan mucho" de lo que les prometieron. "Trabajabas entre diario y llegabas el sábado y te decían que estuvieras pendiente del teléfono porque igual tenías que ir. Estabas todo el día en vilo".
Sin embargo, Alejandro, que fue contratado directamente por Primark, contaba una situación muy diferente: él era fijo y cobraba 700 euros al mes por 30 horas semanales, en turno diurno. Algo similar a lo que se cobraba en 2016 en otros comercios de este tipo.
*El contenido al que hacer referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2016.