En 2015, la policía investigó la red social de Sergio Cánovas por presunta estafa piramidal. Como indica el economista Diego Valero, en la misma hay una serie de personas a los que se denomina socios fundadores, que pagan por el derecho a serlo unos 6.000 euros más IVA. "Su trabajo principal es captar afiliados", añade.

"A partir de ahí empieza la cascada, lo que llamamos pirámide", indica. "Un socio fundador trae a los afiliados, y cada uno de sus afiliados, en cascada, va trayendo nuevos afiliados", explica. Abajo del todo están los suscriptores, que pagaban cuotas que iban desde los 11 a los 33 euros.

"De todo esto es de donde se van pagando las comisiones hacia arriba", expone el economista. Finalmente, Cánovas es detenido. El juez considera que la investigación no puede acreditar el delito de estafa ni de blanqueo de capitales. Además, no existían denuncias interpuestas y se considera que la presunta estafa piramidal estaba en sus primeras fases.