Carlos Ríos acudió a un supermercado para firmar envases de su revolucionaria crema de cacao. Sin embargo, el éxito del lanzamiento del producto se vio empañado por las críticas de algunos nutricionistas que ponían en duda el producto: "Es un ultraprocesado por incluir la lecitina de girasol", afirmó uno, mientras que otro destacó que la crema tenía "16,7 gramos de azúcar por cada 100 gramos de producto".

"No pone que sea cardiosaludable. Si lo dije en ese momento, a lo mejor se malinterpretaron un poco mis palabras", defiende, a lo que añade que "los azúcares vienen naturalmente presentes de la castaña y del dátil". De esta forma, defiende que no se trata de un producto ultraprocesado, ya que, según dice, "si los ingredientes que contiene son saludables, el producto lo es".