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Un constructor toledano que compró Salto de Castro por 300.000 euros muestra qué quiere hacer con él: "Aquí iría un gimnasio o una sala de relax..."

El constructor toledano que compró el pueblo abandonado de Salto de Castro tiene planes para convertirlo en complejo turístico. En este vídeo, muestra los cambios que tiene pensado hacer, aunque señala que la casa más grande va a ser para él.

Salto de Castro, el último pueblo español vendido, copa titulares de todo el mundo. El pueblo abandonado, que se ubica en una de las regiones más envejecidas y despobladas de España, ocupa siete hectáreas de terreno, con 44 viviendas, Iglesia, puesto de la Guardia Civil, hospedería, consultorio médico y dos piscinas. Solo ocho días después de que la 'BBC' publicase la noticia de la venta del pueblo, un agente inmobiliario lo vende.

"Empezamos a recibir un promedio de 80 llamadas diarias de todos los países del mundo, como Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, India o Turquía", indica el agente inmobiliario. Sin embargo, finalmente Óscar Torres, constructor toledano, es quien compra Salto de Castro, y una televisión china se interesa por su proyecto: quiere convertir este pueblo abandonado en un complejo turístico.

En el vídeo principal que acompaña la noticia, Torres muestra cómo quiere cambiar el pueblo abandonado: "Esto lo que quiero es que sea la primera fase del complejo; aquí hay cinco viviendas donde vivían ingenieros, y luego está la antigua escuela, que aquí lo mejor sería hacerle una zona de gimnasio o de sala de relax". "Esta casa, que era la del ingeniero jefe, va a estar fuera del complejo y va a ser para mí", señala, a lo que añade que la iglesia la quiere dejar "prácticamente como está".

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