En uno de los barrios más comerciales de Madrid, donde conviven 140.000 vecinos, el negocio de un hombre pasa casi desapercibido. Tal y como se puede ver en las imágenes, saca una caja del maletero, se la da un hombre y cobra después de entregar la mercancía. A los pocos minutos, vemos que hace otra entrega. Las cajas impiden que podamos ver cuál es su negocio. Solo en una hora, vende cinco cajas.
Algunos clientes se dirigen hacia el metro. Nos fijamos en que las cajas son de comida congelada, aunque en su interior algo se mueve, y por un agujero asoma el pico de un animal. Se trata de un gallo vivo. Así, destapamos un negocio ilegal de compraventa de animales vivos en la vía pública.
En otra imagen, podemos ver a otro de los clientes. En una anotación, junto a la palabra 'gallo', figura un número de teléfono y el precio: 15 euros. Decidimos entonces seguir a un cliente durante su trayecto en metro y comprobamos que baja cinco paradas después de hacer la compra.
Se construyen en suelo terciario
El arquitecto Alberto Nogueras señala el "terreno pantanoso" en el que se mueven los 'flex living'
El arquitecto Alberto Nogueras señaló en Equipo de Investigación que detrás de estos 'flex living' están "exclusivamente los fondos de inversión". "Se acogen a ordenanzas para hoteles y apartahoteles, y así esquivan la Ley de Vivienda", explicó.