En Equipo de Investigación
El hermano de Sara Gómez habla de las negligencias de la operación mortal: "Estaba al borde de la muerte y tardaron cuatro horas en llamar a la ambulancia"
A pesar de que Sara Gómez se estaba desangrando y sus niveles de hemoglobina eran compatibles con los de alguien a punto de morir, esperaron cuatro horas para llamar a la ambulancia. Llegó al hospital desangrada y con 30 laceraciones en órganos.
La operación estética que se saldó con la vida de Sara Gómez comenzó a las nueve de la mañana en el hospital privado Virgen de la Caridad. Como cuenta su hermano a Equipo de Investigación, sobre las 11:43, su tensión arterial había "descendido muchísimo" hasta el punto de verse en la obligación de realizarle dos analíticas en un cuarto de hora.
La analítica muestra un nivel de hemoglobina de 4,3. Un nivel que "cualquiera que entienda de medicina sabe que está al borde de la muerte". Sin embargo, decidieron continuar con la operación, a pesar de que la vida de la paciente corría peligro.
Tardaron cuatro horas más en llamar a la ambulancia, sobre las 18 horas de la tarde. Sara Gómez estaba ya desangrada. Cuando llegó al hospital Santa Lucía estaba "extremadamente grave", cuenta el hermano a Equipo de Investigación. "Estaba al borde de la muerte y esperaron cuatro horas para llamar a la ambulancia", se queja en este vídeo.
En el hospital, los familiares se dieron cuenta de que todo iba mal porque lo médicos iban con "muchas prisas y corriendo". Sara Gómez, de tan solo 39 años, se estuvo debatiendo durante un mes entre la vida y la muerte tras las 30 laceraciones que le hicieron en los órganos durante la operación estética. Finalmente, acabó falleciendo.
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