Todas las rutas del Camino llegan a Santiago de Compostela, la tercera ciudad santa, después de Jerusalén y Roma. Los vecinos, que viven en el último kilómetro del camino francés, antes de llegar al Obradoiro, son testigos de la llegada masiva de peregrinos. En 2023, más de 200.000 peregrinos desfilaron frente a la ventana de Iván Lago, vecino afectado, quien denuncia que "es muy difícil" vivir allí, "sobre todo, en los meses de verano y en Semana Santa".

"Yo el mejor ejemplo que digo es que esto es Disneyland para peregrinos. Nosotros somos como Mickey Mouse y la princesita, que estamos aquí. Los vecinos no importamos nada, ni nuestro descanso, ni nuestra vida, y formamos parte de un decorado. Para ellos, es como si esto fuese un parque de atracciones. Nos están echando; ya ha desaparecido el 80% de la población del centro", lamenta.

A los pocos vecinos que quedan en la zona se les agota la paciencia, ya que los ruidos son constantes las 24 horas. Mientras, la previsión del Ayuntamiento es que a la plaza de la Catedral lleguen medio millón de turistas este año, cinco veces más que hace dos décadas.