María Gómez, geóloga marina de Instituto Español de Oceanografía (IEO), es una de las científicas que observó desde una embarcación la llegada de la lava al mar a tan solo dos kilómetros de distancia. "Fue impresionante y conmovedor", ha recordado, al tiempo que ha señalado que "hubo un silencio de asombro" ante lo que estaban viendo. En este sentido, ha relatado que "una especie de hilo de lava rápidamente se convirtió en una cascada de lava incandescente".
En lo referente a las consecuencias para el mar, la geóloga ha indicado que los primeros resultados muestran que "hay variaciones en temperatura y turbidez, lo que implica una baja calidad de las condiciones ambientales para la fauna y la flora marina".
Además, la experta ha señalado que se ha formado una "mancha verde turquesa a consecuencia del contacto de la lava con el mar que puede ser tóxica", ya que, tal y como ha explicado, "lleva metales pesados, y los gases de evaporación que se están formando al entrar en contacto con el agua son tóxicos". "Por eso, todos trabajamos a bordo con EPI y estamos teniendo mucho cuidado para mantener la seguridad de las personas a bordo", ha afirmado.