Equipo de Investigación muestra la llamada que hizo José Bretón el 8 de octubre de 2011 al 112 alertando de la desaparición de sus hijos Ruth y José: "Estoy en Córdoba capital. Quería denunciar que no encuentro a mis hijos, uno de dos años y otro de seis. ¡No los encuentro! Hará media que no los tengo localizados. Había un tumulto de gente y cuando echo mano a ellos, no los veo", se escucha decir al hombre.
Sin embargo, desde el primer momento, los investigadores desconfían de su versión. Es inconsistente. Los tiempos no cuadran pero, sobre todo, les sorprende su actitud impasible, fría, distante. En este sentido, Alfonso Egea, periodista de 'Espejo Público', señala que "el rol de José Bretón cambia en la reconstrucción" de los hechos y "no encajaba ese hombre con un padre que había perdido a sus hijos". "Si revisas las imágenes, está explicando un argumento que tiene aprendido. Ni siquiera rompe a llorar", destaca.
En la reconstrucción, Bretón cuenta todo con demasiada frialdad y tranquilidad. Aquí los investigadores ya están convencidos de que se enfrentan a un caso de violencia de género. Sospechan que Bretón ha planeado hacer daño a su mujer y que en su plan no cuenta con algunas cámaras de seguridad. "Si hubiera sido un poco más despierto, se hubiera dado cuenta de que ahí habían cámaras que lo podían delatar", afirma Salvador Ortega, exinspector de Policía.
Además, el juez ya sabe que el hombre se obceca en recoger a sus hijos el fin de semana que desaparecen, y la Policía ya tiene en su poder todos los mensajes de móvil que Bretón envía a su mujer, e incluso la carta que le escribe con la esperanza de reanudar su relación. "Bretón se quiere vengar de su mujer, pero esa venganza tiene caminos muy retorcidos", expresa Ortega.
*El contenido al que se hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2012 que laSexta ha vuelto a emitir este domingo.
El 'asesino de Tik Tok'
La carta de 'Dinamita' Montilla en la que niega el asesinato de Ester Estepa: "Las mujeres son sagradas"
"Yo no la he matado ni nunca le he hecho ningún mal a ninguna mujer, son sagradas". Así se exculpaba 'Dinamita' Montilla del asesinato de Ester Estepa en una carta donde sí admitía que había estado muy cerca de donde se encontró el cadáver.