La familia de Déborah contrata a María Teresa Rojas, abogada experta en casos de desaparecidos. Muestra a Equipo de Investigación numerosos documentos del caso como "parte del sumario que hay de la causa, declaraciones, resoluciones judiciales, autopsias…".
Rojas cree que se podía haber entrevistado a más gente para resolver el crimen: "A mí me hubiera gustado que se hubieran interrogado a más personas". Esos testimonios podrían haber sido claves en "la relación que quizás tuviera Deborah con su expareja, si la conocían sus hermanos o incluso si sus hermanos eran conocedores de alguna otra relación".
Hay 119 folios de investigación policial y ocho años dedicados exclusivamente a la expareja de Deborah. Esto, para la abogada, se debe "a la cercanía de la persona que podía darle más detalles sobre Déborah". Se le tomó declaración hasta en cuatro ocasiones.
Eso sí, para María Teresa sus declaraciones no fueron claras: "La verdad es que están llenas de contradicciones. Al principio niega haber tenido ningún contacto con ella ese día. Sin embargo llega a afirmar que efectivamente que la llamó por teléfono. Pero está llena de contradicciones".