Jordi, un joven leonés que podría ser el mayor ciberestafador de la historia de España, extremaba las precauciones para que no le pillaran y lo hizo todavía más cuando se enteró de que la Guardia Civil había localizado a su presunto colaborador en Valencia. Alquiló hasta 12 pisos en un mes en Madrid, pero su nombre, Jordi, nunca aparecía en las reservas.
"En Madrid hay una oferta muy grande de pisos de alquiler por días, hasta por horas. Él utilizaba ese tipo de infraestructuras y alquilaba dos casas por cinco días y se movía por las dos a la vez", señala Juan Sotomayor, jefe del Grupo de Delitos Telemáticos de la UCO .
En este sentido, el agente explica que se quedaba en las casas solo cinco días para que no tuvieran tiempo de cogerle. "Entre que le ubicábamos, localizábamos su domicilio y solicitábamos una entrada y registro, él ya había desaparecido", afirma, a lo que añade: "A 'Lupín' le obsesionada la seguridad y siempre utilizaba identidades de terceras personas".
Asimismo, Sotomayor explica por qué le llaman 'Lupín': "Este nombre lo ponen los agentes porque hay unos dibujos de los años 80, donde el protagonista es Lupin, que es el mejor estafador del mundo".
Pese a los esfuerzos de los agentes, 'Lupín' no se lo puso fácil, ya que, según cuenta el jefe del Grupo de Delitos Telemáticos de la UCO, "se movía en taxis hasta el punto de que salía de su domicilio, cogía un taxi y le decía al taxista que diera diez vueltas a la manzana y luego le decía dónde iban". "'Lupín' ha sido la persona más difícil y más complicada para seguirla", manifiesta Sotomayor.
La sentencia, clara
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