Operación Navedo
Así consiguen los ciberdelincuentes burlar la doble verificación de los bancos: "Disponen de cuatro o cinco datos cruciales"
Matemáticos, programadores, informáticos y mulas cualificadas formaron parte del entramado de estafadores que se dedicaban a hackear teléfonos para vaciar las cuentas bancarias de sus víctimas.
El primer paso de la investigación de la operación Navedo fue averiguar la estructura organizativa de los ciberdelincuentes que hackeaban teléfonos móviles para saquear las cuentas bancarias de sus víctimas. "Teníamos que saber cuáles son los roles dentro de la organización. Era bastante estructurada. Tenía mucha envergadura y era un grupo muy amplio", explica Rubén Reguero, oficial del grupo de delitos de telecomunicaciones de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional en 'La Red'.
El líder ideaba el plan, captaba a través de foros a informáticos jóvenes y buscaba 'socios' que se encargaran de partes muy específicas del proyecto. "Luego había un matemático, otro programador y otro informático que se dedicaban a la parte más técnica, además de las mulas cualificadas, esas personas que retiran el dinero de las cuentas", detalla el agente.
Los ciberdelincuentes disponen de cuatro o cinco datos claves, como el número de DNI o la fecha de nacimiento, con los que pueden llamar a la compañía telefónica de la víctima haciéndose pasar por ella. "Dicen que han perdido la tarjeta y que necesitan una nueva tarjeta SIM. Una vez que tienen el control del teléfono y con la SIM duplicada insertada en otro, burlan lo más complejo en los bancos: la doble verificación", afirma.
Cuando les llega el SMS, insertan el código de verificación en la entidad bancaria y comienzan a hacer transferencias consecutivas de una cuenta a otra. "Empiezan a vaciar a una cuenta sumidero a nombre de una mula", un proceso que se repite en varias ocasiones. "Cuando ya es la cuarta cuenta a la que ha saltado, temporalmente es casi imposible es llegar a ella", asume.
La mayor dificultad de este caso fue localizar a su líder.