Operación Veneto

Así identificó la Policía al motorista que iba 300km/h por la M-50 y subía vídeos a Instagram: "Escondía su matrícula y su rostro"

Un ciudadano anónimo alertó a la Policía de que había avistado una moto a más de 300km/h en una carretera de uso público. El motorista subía vídeos a redes alardeando de ello. La Unidad Central de Ciberdelincuencia consiguió identificarle.

Así identificó la Policía al motorista que iba 300km/h por la M-50 y subía vídeos a Instagram: "Escondía su matrícula y su rostro"

A más de 300km/h, por carreteras de uso público como la M-50, un motorista hacía acrobacias, adelantamientos peligrosos mientras grababa todo en vídeo con el objetivo de subirlo todo luego a las redes sociales. Un ciudadano anónimo fue quien alertó a la Policía Nacional a través del portal de su página web. Así es como da comienzo la Operación Veneto, la investigación de este delito contra la seguridad vial. "Iba a la misma velocidad que el AVE", cuenta Marta Fernández, inspector del grupo de redes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional (UCC) en 'La Red'.

Al ir tapado y con el casco, no puede reconocerse su identidad y es por ello que requiere de investigación por funcionarios especializados en redes sociales. Este es el momento en el que entra en juego la UCC de la Policía Nacional. El motorista tomaba muchas medidas para no ser identificado. Incluso llegó a desarrollar un sistema de bisagras para conseguir que su matrícula se replegara a altas velocidades, evitando así ser captada por radares y cámaras.

Una moda peligrosa en redes

Cada vez más habitual ver este tipo de delitos en redes sociales y hay más personas que alardean de la velocidad que pueden conseguir sobre sus motocicletas con la intención de recibir aplausos y vítores a través de Instagram y TikTok, según detalla Fernando Sanz, subinspector del grupo de redes de la UCC.

"Los protagonistas suelen ser varones jóvenes que se pican entre ellos", dicen los investigadores. Además, también comprobaron que el delito se estaba cometiendo en territorio español, en carreteras y enclaves tan concurridos como la mencionada M-50 o el túnel de Perales del Río, en la zona sureste de Madrid. La localización de donde fueron tomadas estas imágenes hizo pensar a los agentes que se trataba de un sitio cercano al lugar de residencia o trabajo del motorista. Así, se estrechó un poco más el círculo sobre él.

El duro testimonio de una víctima

David Landazábal, vicepresidente de la plataforma 'Stop accidentes', también presta su testimonio a este reportaje. "No sé lo que le puede pasar por la cabeza. Supongo que será la adrenalina, pero hay sitios muchos mejores para demostrar tus capacidades que una vía donde circulan más personas", asegura. "La exposición de estos vídeos a redes sociales incita a la imitación" lamenta. Si una persona tiene un accidente a 300km/h, no va a sobrevivir. "Te das con un quitamiedos y te partes por la mitad", lamenta

De hecho, otro caso parecido sucedido con anterioridad acabó en tragedia. "Nos enteramos por redes que el motorista había muerto en un accidente de moto", cuenta Fernández.

"En mi caso, con 19 años, un señor que iba con exceso de velocidad se salió de su carril e invadió el carril contrario. Chocó de frente con un vehículo, matando a mis padres. Un año después, yo había entrado en una fase autodestructiva y circulaba con la moto como un verdadero salvaje. Me empotré con una farola a 160 km/h en el Paseo de la Castellana. Fallecí durante tres minutos, me reanimaron y he necesitado 15 intervenciones quirúrgicas. Mi hermano pequeño falleció en otro siniestro vial, también por la velocidad", relata Landazábal en 'La Red'. Desde entonces, su labor es la de concienciar a la sociedad de los peligros de la conducción temeraria.

Así lo atrapó la Policía

La Policía se centró en identificar el vehículo. Se trataba de un modelo limitado y tenía una placa con un número que ayudó a localizar el modelo. Una moto bastante exclusiva, edición limitada de Aprilia. Solo se habían vendido unas cien unidades en España. A través de la comparación de perfiles, también obtuvieron datos de gran valía. Con todo, lograron dar con su identidad.

"Era un chico joven, una persona normal. Un trabajador, era soldador, tenía una vida normal", narra la agente. También era un apasionado del mundo del motor y de las motos en busca de 'likes', suscriptores y visibilidad en las redes sociales. "Fuimos muy rápidos. En cuatro días estaba ya detenido".

El sospechoso no opuso resistencia, pero se sorprendió por haber sido identificado y se preguntaba cómo había sido posible a pesar de todas las precauciones que había tomado. "Se puede enfrentar a penas de prisión de dos años, salvo que el juez considere que se trata de una conducta hipertemeraria. Entonces podrían ser penas mayores", subraya la inspector Fernández.