Si las fiestas que Boris Johnson ha celebrado durante al pandemia pasan a la historia van a tener que competir con algunos fiestones que sí han pasado a la historia y que el periodista y divulgador David Botello revela en La Roca.
Por ejemplo, Felipe V celebró las primeras grandes fiestas sicalípticas, subidas de tono. El que fue el primer Borbón empezaba las fiestas con juegos como 'la gallinita ciega' con el que los nobles aprovechaban para tocarse, y pasaban a una segunda parte en la que organizaban 'las nocturnales', con las que a partir de una especie de sorteo los hombres se sorteaban a las mujeres, ellas se escondían y ellos iban a buscarlas.
Cuando la situación era propicia también jugaban a 'el impávido', un juego en el que los hombres se sentaban en una mesa cubiertos por un mantel y debajo "pasaban cosas". Los jugadores tenían que quedarse impávidos porque a quien se le notaba se le eliminaba.
Otra de las grandes fiestas de la historia fue una que le hicieron a Fernando VI y que tardaron en organizar tres años. Le construyeron en el Tajo una flota de 60 barcos para que pudiesen navegar con una orquesta.
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Pero si alguien destaca a lo bestia en las fiestas fue el duque de Osuna, quien en muy poco tiempo se fundió la herencia familiar en fiestas. David Botello cuenta en el vídeo principal de esta noticia los extravagantes detalles de estas celebraciones.