Son los lagartos más grandes del mundo y han nacido cinco en el Bioparc de Fuengirola. Se trata de los dragones de Komodo, una especie en "riesgo de extinción muy grave", señala Ricardo Moure, de la que sólo quedan unos 1.300 ejemplares en libertad, y cuya sangre podría salvarnos la vida.
Según el científico, tienen unas bacterias en la saliva "muy chungas", dice, que infectan a sus presas hasta que mueren. Por ello, cuenta que los científicos analizaron su sangre y encontraron 48 moléculas con actividad antibiótica, es decir, 48 nuevos antibióticos que se están estudiando y que podrían ser capaces de hacer frente a algunas bacterias que "matan a un montón de gente", apunta.
Moure indica que, en el mundo, mueren cada año 700 mil personas por las bacterias súperresistentes y se calcula que para 2050 matarán a más gente que el cáncer. Así que "cualquier fuente de antibióticos es bien recibida", comenta, ya que muchas veces hablamos de salvar la naturaleza pero "nunca pensamos que un día la naturaleza nos puede salvar a nosotros", sentencia, y advierte que quizás pueda encontrarse la cura de alguna enfermedad en un animal o una planta y nunca lo sepamos porque se extingan antes esos seres vivos.