Arengas para asesinar a civiles y violar a mujeres: las sanguinarias soflamas de Queipo de Llano

Queipo de Llano lideró en Sevilla el golpe de Estado contra el Gobierno legítimo de la República. Al general franquista, cuyos restos han sido exhumados en plena noche de la basílica de La Macarena, se le llegó a conocer como el 'general de la radio' porque desde julio de 1936 y durante casi un año utilizó las ondas para aterrorizar a los republicanos.

Recordamos seis ejemplos de las sanguinarias soflamas que lanzó Queipo de Llano en la radio, de entre las más de 600 intervenciones que hoy no podemos escuchar de su voz porque el propio franquismo se encargó de eliminarlas por la crudeza de sus mensajes:

• Entre ellas, destacan las arengas a los suyos para asesinar a civilesrepublicanos:"Que vayan las mujeres de los rojos preparando sus mantones de luto (...) Yo os autorizo a matar como a perros a todo aquel que se resista a vosotros, que si lo hiciereis así, quedaréis exentos de toda culpa", afirmaba.

• Durante las primeras semanas, compareció todos los días, hasta en tres ocasiones. Después, daba al menos una charla nocturna en la que hacía gala de una misoginia galopante y lanzaba llamamientos a su Ejército para violar a mujeres republicanas: "Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser un hombre. Y, de paso, también a las mujeres. Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen. ¿No han estado jugando al amor libre? Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen", llegaba a decir.

• Queipo de Llano, que se jactaba de fusilar a decenas de personas mientras se escandalizaba por los crímenes -muchas veces falsos- cometidos por los republicanos, también ponía a los homosexuales en el foco de sus atroces mensajes: "Si algún afeminado, algún invertido, se dedica a lanzar infundios alarmistas, no vaciléis en matarlo como a un perro o entregármelo a mí al instante", es uno de los ejemplos.

• De sus palabras se desprendía una fobia feroz contra la capital malagueña, que culminó con el genocidio conocido como la 'Desbandá', contra miles de mujeres, ancianos y niños que huían de Almería. Así fue la amenaza de quien lo perpetró: "Me sentaré en un café de la calle Larios bebiendo cerveza y por cada sorbo mío caeréis diez. Fusilaré a diez por cada uno de los nuestros que fusiléis, aunque tenga que sacaros de la tumba para hacerlo".

• Se le conocía como el 'carnicero de Andalucía' y en total sumó más de 45.000 ejecuciones en toda la comunidad. Sus discursos causaban pavor entre los republicanos: no eran más que su mero pensamiento, que se limitaba a vomitar sin guion durante minutos y minutos. "Ya conocerán mi sistema: por cada hombre de orden que caiga, yo mataré a diez extremistas por lo menos. Y los dirigentes que huyan, no crean que se librarán con ello: les sacaré de debajo de la tierra si hace falta y, si están muertos, los volveré matar", aseguraba en uno de ellos.

• Él fue el responsable de la apertura de cinco campos de concentración en la provincia de Sevilla. Antes, los había defendido sin complejos, de esta manera: "Será necesario establecer también campos de concentración a los que vayan a parar todos aquellos que están envenenando España. Será la única manera de que podamos vivir en paz las personas decentes y patriotas".

En el vídeo que ilustra estas líneas, puedes escuchar recreaciones de los aberrantes discursos del general fascista.

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